
Por: Ing. Detroy H. Arjona Escalona. Gibara, Cuba 2020
Alguien me dijo, si pasas por la Plaza de la Cultura de Gibara te encontrarás un pequeñín que se reta en el juego ciencia contra personas mayores. Y es que en este 2020 que está próximo a concluir, se ha tornado habitual la presencia de ese pionerito jugando ajedrez allí, en ese lugar que en el pasado tuvo otro nombre: Parque Colón.
Pero, ¿de dónde salió este ajedrecista bisoño que tanto ha llamado la atención? ¿Ya fue captado por el INDER? ¿Procede de alguna familia con tradición ajedrecística?… Fueron algunas de las preguntas que me hice, y que compartí con otros ajedrecistas de la Villa.
Así supe que se trataba de un practicante silvestre, como los miles que hay en Cuba, que en la mayoría de los casos terminan alcanzando el maravilloso rango de aficionados-amantes al juego ciencia. Que enseguida lo descubrió uno de los Profesores de Ajedrez del Combinado Deportivo de Gibara, y que ha logrado progresos ajedrecísticos extraordinarios en muy corto tiempo… Veamos su ficha.
Nombre y Apellidos: Diego Miguel Vega Reyes
Edad: 9 años. Fecha de Nacimiento: 01/10/2011
Grado: 4to. Centro Escolar: Ricardo Sartorio Leal
Hogar sin tradición ajedrecística notable.
Principal resultado ajedrecístico alcanzado: Campeón del Sub-8 en el Torneo Nacional “Papalote”, Bayamo 2020.
Y sí…, indiscutiblemente el chico impresiona. Pude cazarlo en el parque y lo avizoré diminuto y comiquito, en tanto muy sereno, concentrado, responsable con lo que ocurre dentro de la partida y en el entorno cercano. Se manifestó tenaz y con carácter ante las amenazas en el tablero, como también frente a la presión grupal de los espectadores.
Observé una de sus partidas y me ofrecí a copiarla… ¡Diego jugó como un adulto! Su rival de turno le tiró con todo. Ajedrecista de barrio, con carretera, mañoso y pintoresco…, apeló a todas sus armas. Intentó provocarlo, desconcentrarlo y aturdirlo con su verborrea.
Por supuesto que se pudo poner fin a tamaña picardía, no obstante era más interesante evaluar la reacción del niño.
En definitiva, a este Diego Vega no le hizo falta cubrirse con el antifaz del zorro, aunque disciplinado como es traía puesto su nasobuco.
Contra su oponente de turno fue implacable. Tomó ventaja y resistió con ella hasta lograr un mate contundente prácticamente en el centro del tablero… A continuación la partida.
Aficionado vs. Diego Miguel Vega Reyes [D03]
Plaza de la Cultura. Gibara, 13.08.2020
1.d4 d5 2.Cf3 Cf6 3.Ag5 e6 [Otra alternativa pudo ser 3…Ce4 ] 4.e3 Cc6 [Jugada que no es teórica, y que fue el único desliz del negro en esta partida] 5.Ab5 Ad7 6.Axc6 Axc6 7.Ce5 Ab5! 8.Cc3 Ab4 9.Df3 Axc3+ 10.bxc3 De7 11.a4 Aa6 12.Tb1 0–0–0 13.Rd2 h6 14.Af4 g5 15.Ag3 Ce4+ 16.Rc1 Da3+ 17.Tb2 Cxc3 18.Dxf7 Da1+ 19.Rd2 Ce4# 0–1
Wow!!!
Cuando vemos algo así lo menos que podemos hacer es cruzar los dedos. Son tantos los anhelos por encontrar nuevos Capablancas, que hay que cuidarse hasta del mal de ojo.
De que Diego Miguel tiene condiciones… ¡Tiene!… Pero mejor simpatizamos con aquello de:
«Lo que llaman talento no es más que un arduo y continuo trabajo realizado correctamente»
Por eso he dejado esa palabra…, ese concepto…, para el final de estas cuartillas. Estoy seguro que hasta tanto no se consolide de verdad, será mucho más sano que sigamos pensando en Diego Miguel Vega Reyes, como un niño gibareño ajedrecista silvestre.
Nos complace ofrecer noticias como esta. El ajedrez tiene continuidad en las nuevas generaciones. Gracias Detroy.